El día 23 comenzó la víspera
de la fiesta de San Bartolo, y como tal se desarrollaron diferentes actividades
durante el día. Lo primero es inaugurarlo a la mañana con un chupinazo de peñas
en la Plaza Mayor
seguido del tradicional pasacalles a cargo de la Banda de Cartón. En la plaza
también se llevó a cabo el inicio de pintura rápida. Este año la comida
tradicional de peñas que se realiaza en la pradera iba a ser una macarronada
para todos. La comida fue un éxito. La verdad es que nadie se quedó con hambre
y los macarrones estaban muy ricos, así que agradecemos a los y las
cocineros/as el esfuerzo y tiempo que emplearon para que todo saliera muy bien.
Con el estómago lleno más de uno fue a tomar un cafecito o a echar una
siestecilla.

A la tarde se celebraba
el funeral de Arsenia Bravo por lo que algunas de las actividades que
coincidieron fueron retrasadas. Desde la familia agradecemos este gesto. Mientras
a la tarde hubo concurso de plastilina para los más pequeños, otras personas participaban en los concursos
de ajedrez y de parchís. Este año antes del pregón de fiestas se amenizó la
tarde con una la charanga “Desconcierto” de Palencia, que recorrió
las calles del pueblo poniendo diversión y música hasta la hora del pregón.
Este año el pregón corrió
a cargo de Jose Mª Merino Bravo y a su finalización dos representantes de las peñas del pueblo (Juanjo y Ruth) le entregaron un obsequio (una réplica de
la bandera de Báscones enmarcada y una cesta de productos de la tierra). A su finalización, la Asociación Cultural
Los Molinos hizo entrega de su tradicional homenaje y este año era para el Bar
Celestino y el Bar La Tabla,
por mantener el pueblo vivo durante todo el año.
Tras escuchar el pregón y
quedar las fiestas oficialmente inauguradas, la gente acudió a la pancetada que
se ofrecía en la pradera. Este
año cabe comentar que los cocineros cambiaron con respecto al año pasado, entre
otros fueron Rafa, Jaco y Jesús. Como siempre la cola era muy grande, y fueron
muchos los que quisieron repetir. Para acabar el día, a las 12 de la noche
empezaba la verbena con la orquesta “Quinta
versión”, que duraría hasta altas horas de la noche.